sábado, 15 de noviembre de 2014

Toma de decisiones

Esta es una breve historia sobre la importancia de la Toma de Decisiones.
Un gran maestro y un guardián compartían la administración de un
monasterio Zen. Cierto día el guardián murió, y había que sustituirlo.
El gran maestro reunió a todos sus discípulos para escoger a quien tendría
ese honor. “Voy a presentarles una problema – dijo -. Aquel que lo resuelva
primero será el nuevo guardián del templo”.
Trajo al centro de la sala un banco, puso sobre este un enorme y hermoso
florero de porcelana con una hermosa rosa roja y señaló: “Este es el
problema”.
Los discípulos contemplaban perplejos lo que veían: los diseños sofisticados y
raros de la porcelana, la frescura y elegancia de la flor… ¿Qué representaba
aquello? ¿Qué hacer? ¿Cuál era el enigma? Todos estaban paralizados.
Después de algunos minutos, un alumno se levantó, moró al maestro y a los
demás discípulos, caminó hacia el vaso con determinación y lo tiró al suelo.
“Usted es el nuevo guardián – le dijo el gran maestro, y explicó – : Yo fui
muy claro, les dije que estaban delante de UN PROBLEMA. No importa qué
tan bellos y fascinantes sean, los problemas tienen que ser resueltos.
Puede tratarse de un vaso de porcelana muy raro, un bello amor que ya no
tiene sentido, un camino que debemos abandonar pero que insistimos en
recorrer porque nos trae comodidades. Solo existe una forma de lidiar con
los problemas: la Toma de Decisiones. En esos momentos no podemos tener
piedad, ni dejarnos tentar por el lado fascinante que cualquier conflicto lleva
consigo”.

10 decisiones de las que te arrepentirás en 10 años


1. Usar una máscara para impresionar a los demás.

Si la cara que siempre muestras al mundo es una máscara, algún día no
habrá nada debajo de ella. Porque, cuando pasas mucho tiempo
concentrándote en la percepción que los demás tienen de ti o que todo el
mundo quiere que seas, en algún momento olvidarás quién eres en realidad.
Así que no temas a los juicios de los demás, tú sabes en tu corazón quién eres
y lo que es verdad para ti. No tienes que ser perfecto para impresionar e
inspirar a la gente. Impresiónalos e inspíralos por tu forma de lidiar con tus
imperfecciones.

2. Permitir que otra persona decida tus sueños.

El mayor reto en la vida es descubrir quién eres; el segundo más grande es
ser feliz con lo que encuentres. Una gran parte de esto es tu decisión de
permanecer el a tus propias metas y sueños. ¿Hay personas que no están de
acuerdo contigo? Bien. Significa que estás arraigado y caminas por tu propio
camino. A veces, vas a hacer cosas consideradas una locura por los demás,
pero cuando te encuentres perdiendo la noción del tiempo porque estás
entusiasmado, es cuando sabrás que está haciendo lo correcto.

3. Mantener compañías negativas.

No dejes que alguien que tiene una mala actitud te afecte. No pueden apretar
el gatillo si no les entregas el arma. Al recordar que mantener compañía de
gente negativa es una opción, en lugar de una obligación, te liberas y pasas a
tener la compañía de la compasión en vez de la ira, la generosidad en lugar
de la codicia y la paciencia en lugar de la ansiedad.

4. Ser egoísta y egocéntrico.

Una vida llena de actos de amor y buen carácter es el mejor recuerdo.
Aquellos a los que has inspirado y con quienes compartiste tu amor, te
recordarán cómo los hiciste sentir hasta mucho después de que ya no existas.
Así que talla tu nombre en los corazones y no en la piedra. Lo que has hecho
por ti muere contigo, lo que has hecho por otros y el mundo, permanece.

5. Evitar el cambio y el crecimiento.

Si quieres conocer tu pasado, mira tus condiciones actuales. Si quieres
conocer tu futuro, mira tus acciones actuales. Debes dejar de lado lo viejo
para dar paso a lo nuevo, la vieja manera se ha ido para nunca más volver.
Si reconoces esto ahora mismo y tomas medidas para hacerle frente, te
posicionarás para el éxito duradero.

6. Renunciar cuando las cosas se ponen difíciles.

No hay fracasos, sólo resultados. Incluso si las cosas no se desarrollan de la
manera que esperabas, no te desanimes ni te rindas. Aprende lo que puedas y
sigue adelante. El que sigue avanzando un paso a la vez va a ganar al mal.
Es un proceso que se produce con pequeños pasos, decisiones y acciones que
poco a poco se acumulan unas sobre otras y, normalmente, conducen a ese
glorioso momento de triunfo.

7. Tratar de controlar cada pequeña cosa.

La vida debería ser tocada, no estrangulada. A veces, tienes que relajarte y
dejar que la vida pase sin preocupaciones incesantes. Aprende a dejar ir
antes de apretar demasiado. Respira profundo. Cuando el polvo se asiente y
puedas volver a ver el bosque, da el siguiente paso hacia adelante. No tienes
que saber exactamente adónde vas. Todo en la vida está en perfecto orden,
tanto si lo entiendes como si no. Solo se necesita un poco de tiempo para
conectar todos los puntos.

8. Conformarte con menos de lo que mereces.

Sé lo suficientemente fuerte como para dejar ir y lo suficientemente sabio
como para esperar lo que te mereces. A veces, tienes que ser derribado más
bajo que nunca para levantarte más alto de lo que jamás estuviste. A veces,
tus ojos deben ser lavados por las lágrimas para que puedas ver las
posibilidades en frente con una visión más clara. No te conformes.

9. Esperar hasta mañana.

El problema es que siempre piensas que tienes más tiempo de lo que tienes.
Pero un día te despertarás y no habrá más tiempo para trabajar en las cosas
que siempre has querido hacer. Y en ese momento, o habrás alcanzado los
objetivos que has establecido para ti mismo, o tendrás una lista de excusas
de por qué no lo has hecho.

10. Ser perezoso y endeble.

El mundo no te debe nada, tú le debes algo al mundo. Así que deja de soñar
despierto y empieza a hacer. Toma toda la responsabilidad de tu vida, toma
el mando. Eres importante y te necesitan. Es demasiado tarde para sentarte y
esperar a que alguien haga algo algún día. Algún día es hoy, quien necesita
el mundo eres TÚ.

Fuente: Upsocl